jueves, 10 de noviembre de 2016

Trump dice estar «impaciente por seguir trabajando con Obama»

Obama recibe a Trump en la Casa Blanca: «Haremos todo lo posible para que tenga éxito»


Reunión conciliadora entre el todavía presidente de Estados Unidos y su sucesor, primer paso de un traspaso de poderes que no terminará hasta el 20 de enero
Trump dice estar «impaciente por seguir trabajando con Obama» después de una conversación que ha durado más de lo previsto y que la Casa Blanca describe como «menos incómoda de lo que muchos esperaban»
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Donald Trump y Barack Obama, en su reunión en el Despacho Oval - AFP

El presidente electo de Estados UnidosDonald Trump, se ha reunido este jueves en la Casa Blanca con Barack Obama, actual presidente de la nación, en el primer paso del traspaso de poderes tras la victoria del republicano en las elecciones presidenciales de este martes. Tras la reunión, Obama ha asegurado que le ha dicho a su sucesor que hará «todo lo posible para que tenga éxito».
Ante los medios, Obama ha dicho que ambos han tenido una «excelente conversación» en la que trataron diversos asuntos de la política nacional e internacional. El actual presidente se mostró «alentado» por la reunión, que ha durado más de una hora (mucho más tiempo del previsto inicialmente), mientras que Trump ha dicho estar «impaciente por seguir trabajando con el presidente Obama».

Trump dice estar «impaciente por seguir trabajando con Obama»

Obama recibe a Trump en la Casa Blanca: «Haremos todo lo posible para que tenga éxito»


Reunión conciliadora entre el todavía presidente de Estados Unidos y su sucesor, primer paso de un traspaso de poderes que no terminará hasta el 20 de enero
Trump dice estar «impaciente por seguir trabajando con Obama» después de una conversación que ha durado más de lo previsto y que la Casa Blanca describe como «menos incómoda de lo que muchos esperaban»
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Donald Trump y Barack Obama, en su reunión en el Despacho Oval - AFP

El presidente electo de Estados UnidosDonald Trump, se ha reunido este jueves en la Casa Blanca con Barack Obama, actual presidente de la nación, en el primer paso del traspaso de poderes tras la victoria del republicano en las elecciones presidenciales de este martes. Tras la reunión, Obama ha asegurado que le ha dicho a su sucesor que hará «todo lo posible para que tenga éxito».
Ante los medios, Obama ha dicho que ambos han tenido una «excelente conversación» en la que trataron diversos asuntos de la política nacional e internacional. El actual presidente se mostró «alentado» por la reunión, que ha durado más de una hora (mucho más tiempo del previsto inicialmente), mientras que Trump ha dicho estar «impaciente por seguir trabajando con el presidente Obama».

Reconquistar el civismo tras unas elecciones broncas

ACEPRENSA

AUTOR: JUAN MESEGUER

La polarización del voto no es un fenómeno nuevo en Estados Unidos, pero hay indicios de que el enfrentamiento entre republicanos y demócratas va a peor. ¿Cómo recomponer la paz social tras las elecciones del 8 de noviembre? Varios autores coinciden en que ya no vale el lamento por la deriva del propio partido ni la pataleta frente al rival. Es la hora de que el ciudadano medio aporte su granito de arena.
La última encuesta del Washington Post y ABC News, publicada el pasado domingo, muestra el peso que tiene en estas elecciones el voto en contra: el 51% de los votantes de Trump y el 42% de los de Clinton dicen que se decantan por su candidato no porque les encante, sino principalmente porque quieren frenar al otro. El auge de este fenómeno, conocido como “militancia negativa”, es uno de los signos más claros del vaciamiento del centro político en un país.
La hostilidad entre demócratas y republicanos ha ido creciendo de forma constante desde finales de los años noventa, explican Jonathan Haidt y Ravi Iyer, expertos en psicología social. Pero, por primera vez, este año son mayoría en cada partido los votantes que tienen una opinión “muy desfavorable” de sus rivales. Otro dato que marca tendencia: más del 40% de los simpatizantes de cada partido creen que los programas del otro “están tan equivocados que suponen una amenaza para el bienestar de la nación”, un aumento notable respecto a las elecciones legislativas de 2014.
El 51% de los votantes de Trump y el 42% de los de Clinton dicen que se decantan por su candidato no porque les encante, sino porque quieren frenar al rival

Acercarse a los temores del rival

¿Cómo desbloquear este estado de acusaciones mutuas? ¿De verdad es inevitable que una mitad del país vea a la otra como unos desnortados a los que es imposible que les asista la razón, cuando no unos indecentes? Haidt e Iyer se resisten a creerlo: frente al fatalismo, proponen que cada cual tome las riendas de su propia crispación y la desactive con acciones concretas.
En primer lugar, aconsejan, cuestiona tus lealtades políticas. No pases de puntillas por los presuntos escándalos del candidato de tu partido, no les restes importancia de forma automática, mientras das credibilidad absoluta a los del rival.
En segundo término, sal de tu burbuja de afinidades. Conoce personalmente y relaciónate cara a cara con los simpatizantes del otro partido, con más urgencia ahora que la cercanía física pierde terreno frente a la vida online.
Este trato directo abre las puertas al entendimiento: “Distingue entre tus sentimientos hacia Trump o Clinton y tus sentimientos hacia sus seguidores. (…) No des por hecho que a la mayor parte de quienes apoyan al candidato rival le gustan o incluso está de acuerdo con cada posición de ese candidato. Quizá le votan movidos por miedos y frustraciones que desconoces. Pero si conoces su historia, es probable que empatices con ellos”.

Seducidos por el pasado

Pocas cosas contribuyen tanto a la crispación política como la sensación de haber sido agredido. Si ya es difícil aceptar que un proceso de cambio cultural se lleve por delante las ideas y los valores que uno defiende y que antes eran dominantes, el golpe todavía se encaja peor cuando se tiene el convencimiento de que el cambiazo responde a la acción del adversario político.
La promesa de Donald Trump de “hacer América grande otra vez” apela a esa sensación de pérdida. Pero la nostalgia por los tiempos pasados no la inventó el empresario neoyorquino, y afecta tanto a republicanos como a demócratas, sostiene Yuval Levin en un artículo que resume las principales tesis de su nuevo libro The Fractured Republic: Renewing America’s Social Contract in the Age of Individualism.
Para unos y otros, el tiempo presente supone un retroceso con respecto a una supuesta edad de oro. Cada cual tiene la suya: “Para los demócratas, el momento de esplendor se dio en los años 60, cuando la liberalización cultural fue de la mano de una economía fuertemente regulada. Para los republicanos, se dio en los años 80, cuando la liberalización económica estuvo acompañada de un resurgir del orgullo nacional y de un renovado empuje de los valores familiares”.
Para recuperar el civismo, Yuval Levin aboga por dar protagonismo a las instituciones situadas entre los ciudadanos y el Estado
Levin, director de la revista National Affairs, concede que ambas partes tienen motivos para la nostalgia. Es cierto que en las últimas décadas se ha roto el consenso que hasta ahora había dado forma a la sociedad estadounidense. Y que, en su lugar, ha crecido “la polarización de visiones políticas, de oportunidades económicas, de ingresos, de modelos familiares y de estilos de vida”. Pero advierte que “la política de la lamentación iracunda” impide mirar hacia adelante y progresar.
A diferencia de los nostálgicos, Levin propone jugar con las cartas que ofrece el momento presente: si lo que ha crecido es la fragmentación, respondamos a ella con más descentralización. En vez de confiar en que Washington resuelva todos los problemas, empecemos por dar protagonismo a las instituciones situadas entre los ciudadanos y el Estado: desde las familias a las Iglesias, pasando por las organizaciones cívicas, los sindicatos y las empresas.

Del respeto a la colaboración

El enfoque “de arriba abajo” que propone Levin –reedición del clásico principio de subsidiariedad– puede servir para devolver al debate público el civismo perdido durante los casi dos años que ha durado la carrera presidencial, primarias incluidas. Así lo pone de manifiesto el trabajo de varias organizaciones del que se hace eco Mark Gerzon, autor del libro The Reunited States of America: How We Can Bridge the Partisan Divide.
El objetivo de la Association of Leadership Programs (ALP) es poner en contacto a “líderes serviciales”, de cualquier profesión y tendencia política, que quieran trabajar juntos para resolver problemas en sus comunidades. El propio Gerzon impartió una conferencia organizada por la filial de ALP en Hartford, capital de Connecticut. Entre los 250 asistentes había simpatizantes de Hillary Clinton y de Bernie Sanders, pero también de Donald Trump, de Ted Cruz y de Marco Rubio. La experiencia de estos encuentros, explica Gerzon, es que cuando hay respeto de por medio, es fácil que surja el diálogo y la colaboración con el discrepante.
Bridge Alliance es una red de organizaciones cuya misión principal es prestar ayuda a cualquier iniciativa destinada a elevar los niveles de cortesía y respeto de la política estadounidense. Actualmente, aglutina a 40 organizaciones cívicas repartidas por todo el país. Unas trabajan en contacto directo con la política, a través de iniciativas en el Congreso y en las asambleas legislativas de los estados. Otras, en cambio, tratan de llegar al ciudadano medio con actividades en barrios, empresas, universidades…
El objetivo es el mismo en todos los casos: fomentar la “inteligencia ciudadana compartida” y aumentar la capacidad de la gente para colaborar con todo aquel que esté interesado en resolver problemas comunes, a pesar de sus diferencias ideológicas.


    martes, 8 de noviembre de 2016

    También Dios pasa por Hollywood

    AUTORA: Marie Claire Kendall




    Hollywood es un mundo peculiar de creatividad, poder, glamour y desencanto. Un paisaje propicio a la crisis, también espiritual, donde se dan cita judíos y católicos, ortodoxos, protestantes o mormones. Durante su “época dorada”, no pocos vivieron una honda experiencia religiosa, en torno a la Iglesia Católica. La autora ha recogido doce retratos de algunas de las grandes estrellas de la historia del cine, que proporcionan nuevos matices sobre su verdadera personalidad.
    Mary Claire Kendall es escritora, guionista y periodista. Columnista en Breitbart (Hollywood) y en Forbes, escribe también artículos para Chicago TribuneChicago Sun-TimesNew (...)

    Además de abortos, violaciones: la lista de los horrores que Hillary Clinton no quiere ver

    No sólo tráfico de fetos, sino también violaciones de pacientes… esto es lo que esconde Planned Parenthood, la multinacional que apoya a Hillary Clinton con decenas de millones de dólares para su campaña presidencial frente a Donald Trump.


    A cuarenta y ocho horas escasas de las elecciones más reñidas en muchos años, se han conocido nuevos y macabros detalles acerca de Planned Parenthood, la multinacional del aborto que apoya a Hillary Clinton.
    La compañía no sólo se ha dedicado al tráfico de fetos -lo que es delito federal-, como denunció David Daleiden en los famosos videos, sino que también ha encubierto numerosas violaciones y otros abusos sexuales contra las pacientes.
    La propia Hillary ha dicho más de una vez que Planned Parenthood vela “por la salud y los derechos de las mujeres”, pero los hechos demuestran lo contrario.
    La asociación provida Operation Rescue  señala a varios facultativos condenados por abusos sexuales, y que en la mayoría de los casos, continúan ejerciendo en distintos centros abortistas.

    Por ejemplo:
    Brian Finkle era un orgulloso miembro de la Federación Nacional del Aborto, y también un depredador sexual. Utilizaba su clínica para atraer a mujeres y violarlas mientras estaban sedadas.
    Fue detenido y acusado de cometer 67 delitos sexuales y hasta que salió el juicio, más de 70 mujeres presentaron una denuncia. Fue condenado por 22 cargos y cumple una condena de 35 años.
    Laurence Reich perdió su licencia médica tras descubrirse los abusos cometidos contra varias pacientes y tras cumplir sólo un año de libertad condicional, volvió a ejercer de forma ilegal.
    Aunque la policía sospecha que sigue cometiendo delitos, siempre ha llegado a un acuerdo con la fiscalía y ha evitado ser encarcelado. ¿Por qué?
    Un ex médico de Planned Parenthood fue acusado de acoso sexual a pacientes. ¿Qué sanción recibió? Sólo una amonestación pública
    El ex abortista de Planned Parenthood, Timoteo Liveright, fue acusado de acoso sexual y comportamiento inadecuado con pacientes en un centro en Delaware en 2013. ¿Qué sanción recibió por ello? Ninguna. Sólo una amonestación pública.
    Lo mismo sucede con Roger Ian Hardy, de Planned Parenthood en Massachusetts. Entregó su licencia médica tras dos años y medio de denuncias de 18 testigos que le acusaban de agresiones sexuales mientras se ellas, las pacientes, encontraban bajo los efectos de la anestesia.
    En Maryland, el abortista Harold O. Alexander fue suspendido únicamente durante tres meses tras descubrirse que había cruzado los límites en su negocio abortista. No se ha retirado: sigue realizando abortos ilegalmente en sus instalaciones, sin licencia.
    Esto es sólo un botón de muestra del clima de impunidad que reina en los abortorios de EEUU, muchos de ellos de la red de Planned Parenthood. Del que nadie habla, y que apenas se investiga.
    El presidente de Operation Rescue, Troy Newman, afirma: “si se supiera lo que sucede dentro de las clínicas abortistas, la gente no podría dormir por las noches”.
    “Con la protección política que reciben, los centros abortistas proporcionan a los depredadores sexuales un ambiente fácil para abusar de las mujeres”
    “Los centros abortistas” -añade- “con todo su secretismo y la protección política que reciben, proporcionan a los depredadores sexuales un ambiente que hace que para ellos sea muy fácil abusar de las mujeres”.
    Ese clima de impunidad se debe, en parte, a la protección que los poderes públicos han brindado a Planned Parenthood. La multinacional del aborto ha sido la niña de los ojos de la Administración Obama, que devolvía así el favor por la donaciones económicas recibidas.
    Ese maridaje ha continuado con la candidata Hillary, a la que la abortera ha aportado al menos 50 millones de dólares.
    Cecile Richards (presidenta de Planned Parenthood) y Planned Parenthood son aves del mismo plumaje. Intentan engañar al público y encubrir a los abusadores sexuales “, cuenta Troy Newman y afirma que “Clinton continuará el encubrimiento de sus amigos del cartel del aborto si es elegida presidenta.”

    Paracuellos: los rosarios de los fusilados 80 años después de la matanza marxista

    Rosarios encontrados en la fosa número seis de Paracuellos de Jarama gracias a la investigación de Jesús Romero y José Manuel Ezpeleta

    En la madrugada del 7 de noviembre de 1936 son fusilados en Paracuellos los presos del primer convoy procedente de la cárcel Modelo. Ochenta años después aún se conservan los rosarios y medallas con las que muchos de ellos fueron rezando camino a la muerte.

    Una ciudad sitiada, un Gobierno que huye y los sublevados a punto de dar un golpe casi definitivo si logran tomar la capital. Son los primeros días de noviembre de 1936 y todos creen que la Guerra Civil puede acabar en cuestión de semanas. O incluso de días.
    El general Varela penetra con 5.000 hombres en la Casa de Campo y amenaza un Madrid en el que muchos aguardan su liberación.

    Las primeras bombas en la Casa de Campo precipitan la reunión entre Carrillo y los agentes soviéticos enviados por Stalin. El joven comunista asturiano, militante de las Juventudes socialistas Unificadas, decide trasladar a los presos -militares, profesionales, profesores, estudiantes, abogados, escritores… todos ellos desafectos a la República- de la cárcel Modelo -a escasos metros del frente en el parque del Oeste- por miedo a que se unan a los nacionales.
    ¿Sólo por miedo? Ni mucho menos. La causa principal es el deseo de aniquilar al enemigo. Es lo que asegura el historiador Luis E. Togores. “Los comunistas siguieron la lógica revolucionaria: ¿para qué llevar a los presos a Valencia si son contrarrevolucionarios en potencia? Mejor matarlos, es lo mismo que hicieron en Katyn. No olvidemos que el comunismo ha asesinado a 100 millones de personas”, declara a Actuall.

    Sorpresa en la fosa número seis

    Pero el traslado, ya se sabe, es mortal: en la madrugada del 7 de noviembre son fusilados en Paracuellos de Jarama los presos del primer convoy procedente de la Modelo. Más tarde corren la misma suerte reclusos de otras cárceles como las de San Antón, Ventas o Porlier. Diversos estudios historiográficos sitúan en 4.000 el total de las personas asesinadas.
    Muchos de los que fueron camino de una muerte que ya intuían segura lo hicieron rezando, portando rosarios o medallas de la Virgen, en fin, cada uno se encomendaba a su santo. Las pruebas materiales han sido desveladas en un reciente trabajo (“Paracuellos: las pruebas balísticas del genocidio”) del profesor de la Universidad CEU San Pablo, Jesús Romero Samper, y el historiador José Manuel Ezpeleta.



    Paz, piedad y perdón

    Eduardo González es nieto de un capitán guardia civil, militar de profesión, que acabó sepultado en Paracuellos de Jarama. Manuel López García fue detenido en Madrid por milicianos en septiembre del 36 y llevado ante la dirección general de seguridad, que decidió su ingreso en la cárcel Modelo. Más tarde, el 15 de noviembre, fue trasladado a la cárcel de Porlier. Y de ahí a Paracuellos.
    Casado y padre de tres hijos, participó en la defensa a punta de pistola de algunas de las iglesias asaltadas en los años 30. “Mi abuelo lo único que hizo fue trabajar por España, la justicia y el orden, era católico y defendió la libertad y la justicia, por ello fue asesinado por Carrillo”, declara Eduardo González a Actuall.
    Documento Buenaventura Ramos Paracuellos de Jarama
    Documento de la declaración de Buenaventura Ramos sobre el asesinato de su marido, Manuel López García, en Paracuellos de Jarama /Actuall
    Para salir adelante en el Madrid rojo la abuela de Eduardo González tuvo que bordar insignias para los republicanos. Más tarde las cosas no serían más fáciles: al marido de Buenaventura Ramos no le fue reconocida la “muerte en acto de servicio”, por lo que la pensión que le quedó fue insuficiente, más aún tras perderlo todo durante los saqueos del Madrid rojo.
    Sin embargo, Eduardo González prefiere hablar de perdón y no de venganza. “Yo he perdonado, pero no olvido. He visto a mi madre sufrir durante toda su vida por la ausencia de su padre. No es justo que mientras muchos españoles murieron asesinados en Paracuellos de Jarama, su asesino, Santiago Carrillo, viviera como un héroe. Pero cuando murió Carrillo recé por él, para que el Señor en su infinita misericordia le haya perdonado todo el mal que hizo a tantas familias”.
    De paz, piedad y perdón también habla Marcial Cuquerella, cuyo abuelo corrió el mismo destino que el de Eduardo en el otoño de 1936. José Cuquerella Moscardó, sobrino del coronel -y luego general- Moscardó, héroe del Alcázar de Toledo, “fue fusilado por ser capitán de infantería de marina”, sostiene.
    “No olvidamos no por rencor, sino por el ejemplo que nos dieron los que murieron. Hemos perdonado y cuando murió Carrillo todos rezamos por él”, dice un nieto de José Cuquerella
    Pero al capitán Cuquerella no sólo lo detuvieron por militar, aclara su nieto 80 años después, sino porque se negó a jurar la Constitución de 1931 por su contenido ateo.
    Además fue presidente de la Asociación de Familias Cristianas de Castilla-La Nueva. “Mi abuela sacó adelante a sus cuatro hijos fregando escaleras. Vivieron con esa historia presente, y eso se reflejó en el carácter de mi padre”, afirma Marcial.

    Carrillo es culpable: lo dice hasta Preston

    En esta historia también se conjuga el perdón con la memoria. “No tenemos derecho a olvidar porque la gran mayoría son mártires, y no olvidamos no por rencor, sino por el ejemplo que nos dieron los que murieron. Hemos perdonado y cuando murió Carrillo todos rezamos por él”, dice el nieto de José Cuquerella.
    El cementerio de los mártires de Paracuellos de Jarama / Flickr
    Porque a estas alturas la responsabilidad de Santiago Carrillo en las matanzas de Paracuellos de Jarama está fuera de toda duda. “Hasta Paul Preston reconoció en “El Holocausto español” que Carrillo fue responsable”, asegura el historiador Togores.
    El historiador José Manuel Ezpeleta es uno de los máximos expertos en las matanzas de Paracuellos de Jarama. Fue vocal de la Hermandad de Nuestra Señora de Paracuellos, y a él también le mataron a un abuelo.
    “Yo no tengo que perdonar a nadie, porque en el año 1936 yo no vivía, otra cosa es que los familiares tras la guerra hubieran perdonado. En mi casa no se hablaba sobre ello al igual que en cualquier otra en la que hubiera habido asesinatos”.

    El cementerio de los mártires de Paracuellos de Jarama / Flickr
    Porque a estas alturas la responsabilidad de Santiago Carrillo en las matanzas de Paracuellos de Jarama está fuera de toda duda. “Hasta Paul Preston reconoció en “El Holocausto español” que Carrillo fue responsable”, asegura el historiador Togores.
    El historiador José Manuel Ezpeleta es uno de los máximos expertos en las matanzas de Paracuellos de Jarama. Fue vocal de la Hermandad de Nuestra Señora de Paracuellos, y a él también le mataron a un abuelo.
    “Yo no tengo que perdonar a nadie, porque en el año 1936 yo no vivía, otra cosa es que los familiares tras la guerra hubieran perdonado. En mi casa no se hablaba sobre ello al igual que en cualquier otra en la que hubiera habido asesinatos”.
    A su juicio el problema 80 años después es que “desde la llegada al poder de Zapatero, España, que había perdonado, ha vuelto a revolver todo aquello. El pueblo español es muy puñetero y dado a destruir la historia, con la diferencia de que ahora lo hacen los nietos, que no tienen ni pajolera idea de lo que ocurrió”, dice Ezpeleta.