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En pleno 2014, a día de hoy y ante nuestros ojos, los cristianos iraquíes están siendo víctimas de un verdadero genocidio.Mientras, la comunidad internacional prefiere mirar para otro lado. La desaparición de los cristianos en Irak es una amenaza inmediata para la humanidad.
Los últimos cristianos han abandonado Mosul, después de que el Estado Islámico (ISIS) les haya dejado la posibilidad de elegir entre el exilio o la muerte antes de obligarlos a pagar un rescate. Por primera vez en más de 15 siglos, ya no quedan cristianos en Mosul. La alternativa era terrorífica: o te conviertes y pagas impuestos o te vas o la espada.
.El obispo auxiliar caldeo de Bagdad, Mons. Saad Syroub lanza el siguiente SOS a la comunidad internacional:
“No tenemos palabras, porque lo que ha ocurrido es realmente impactante. Los cristianos viven en Mosul desde hace siglos y esas familias han sido arrancadas de su ciudad, de sus casas, de sus vidas, de repente. Estamos muy preocupados por el futuro de los cristianos en este país”.
En 2003, antes de la invasión de EE.UU., había más de un millón de cristianos en Irak, incluyendo más de 600.000 en Bagdad y alrededor de 60.000 en Mosul.
En este momento, mientras que los refugiados se hacinan en la llanura de Nínive, empieza a preocupar la situación de los cristianos que residen en la ciudad petrolera de Kirkuk, ya que los islamistas se encuentran en este momento a tan sólo veinte kilómetros.
Ha hecho falta esperar hasta la salida del último cristiano de Mosulpara que la diplomacia mundial finalmente rompera su silencio. Después del fiasco militar de la invasión relámpago de parte de Irak, la falta de respuesta por parte de la comunidad internacional es a la vez ensordecedora, injusta e inaceptable.
El pasado Domingo, 20 de julio, Ban Ki MoonSecretario General de la ONU, dijo lo siguiente:
“Los ataques sistemáticos contra la población civil a causa de su origen étnico o filiación religiosa pueden constituir un crimen contra la humanidad cuyos autores deberán rendir cuentas”.
En una declaración unánime adoptada la pasada noche del lunes, los 15 países miembros del de Seguridad de la ONU lograron señalar lo siguiente:
“Condenamos firmemente la persecución sistemática por parte del Estado Islámico y sus grupos afines a las personas pertenecientes a minorías religiosas y aquellas personas que se niegan a adoptar la ideología extremista del Estado Islámico".
¿Habremos de esperar a que en pleno siglo XXI, se cometa un crimen contra la humanidad para que la comunidad internacional finalmente reaccione? Desde aquí instamos a Naciones Unidas y a la Liga Árabe para que reaccionen y actúen con celeridad para poner fin a estos abusos por parte del Estado Islámico y con la limpieza religiosa sistemática que están sufriendo los cristianos iraquíes.
Ante tanto dolor, las palabras son apenas nada. Ahora ha llegado el momento en que debemos actuar de inmediato para que haya una esperanza, un futuro y un refugio para los cristianos en Irak.
Todos somos "Nasrani".
Tu mensaje llegará al Secretario General de la Liga Árabe y sus responsables de Derechos Humanos, Paz, Seguridad y Política Exterior. También llegará al secretario general de la ONU y su servicio de prensa.
Para más información:
Nuestra campaña en Aciprensa y en Camineo

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