martes, 28 de marzo de 2017

La cumbre sobre la Mujer se cierra sin el aborto como derecho

Nos han escuchado, Juan Luis
La cumbre sobre la Mujer se cierra sin el aborto como derecho
Lo hemos conseguido, Juan Luis. Finalmente el texto aprobado en Naciones Unidas el pasado viernes es mucho mejor que el que habríamos esperado.
Como recordarás, hace unos días, te enviaba una alerta advirtiéndote de la intención de aprobar el aborto como derecho en todo el mundo y el adoctrinamiento LGTB en las escuelas.
Pues bien, finalmente, NO HAY NADA DE TODO ESO. ¡¡¡Bien!!!
Gracias por hacerlo posible, Juan Luis. Creo que la victoria ha sido una mezcla de la movilización social -130.000 ciudadanos movilizados- y el lobby directo con los delegados de 4 directores de campañas de CitizenGO y otras organizaciones afines.
Además, hemos tenido la suerte que este año la delegación estadounidense estaba de nuestro lado y que los grupos africano, árabe, caribeño han trabajado coordinadamente junto a la Federación rusa, la Santa Sede, Nicaragua, Irán y otros países.
Gracias a todos estos factores creo que hemos conseguido lo siguiente:
  • Sólo una mención a salud sexual y reproductiva con una referencia a derechos reproductivos, aunque entendidos según la Conferencia de Beijing, es decir, sin considerar el aborto como un “derecho humano” y respetando la legislación, tradición y culturas nacionales.
  • También logramos evitar la interpretación que hicieron algunos que vinculaban la no existencia de aborto legal con el empobrecimiento femenino y la desigualdad. ¡¡Era demasiado!!
  • Logramos sacar las referencias a la llamada educación sexual comprehensiva, que no es otra cosa que el adoctrinamiento LGTB
  • Logramos que no apareciera ninguna referencia a nuevos “derechos” para las niñas, el eufemismo donde pretendían colar el aborto de nuevo.
  • Logramos sacar las referencias a orientación sexual e identidad de género que habían introducido varios países hasta debajo de la alfombra. ¡El texto finalmente quedó limpio!
  • Además conseguimos 11 menciones expresas a la familia y cinco a la madre y la maternidad. ¡Exitazo!
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Como te puedes imaginar, los países latinoamericanos -y también los europeos- trataron de imponer el aborto como derecho, el adoctrinamiento LGTB en la escuela y el derecho a la orientación sexual e identidad de género.
Por supuesto, no es un texto perfecto, pero es infinitamente mejor que el borrador con el que comenzamos.
Increíblemente logramos marginar sus posiciones hacia un consenso mundial en defensa de la familia y la maternidad. ¡¡Buenísimo, Juan Luis!!
Si participaste en la campaña, ¡¡gracias y enhorabuena!!
Te dejo algunas de las cosas que logramos que se aprobaran en relación a la familia.
Es un texto increíblemente bueno. Honestamente, no esperábamos conseguir tanto. ¡¡Pero lo hemos logrado!!
Te dejo un resumen de lo aprobado para que también lo disfrutes:
  • “Un entorno familiar propicio contribuye al desarrollo”
  • “Las mujeres y los hombres hacen una gran contribución para el bienestar de sus familias”
  • “En particular la contribución de la mujer en el hogar, incluido el trabajo doméstico y el cuidado de pequeños y ancianos, no pagado y no adecuadamente reconocido, generan un capital humano y social esencial para el desarrollo social y económico”
  • “Fortalecer las leyes y marcos regulatorios para promover el acuerdo entre hombre y mujer para compartir las responsabilidades trabajo y familia, implementando y promoviendo legislación familiarmente responsable
  • “Asegurar que las adolescentes embarazadas y las madres jóvenes así como las madres solteras pueden continuar y completar su educación”
  • “Teniendo en cuenta el importante rol y responsabilidad y los retos a los que se enfrentan los padres, incluyendo los padres jóvenes”
  • “Reconocer socialmente la importancia de la maternidad y la paternidad y el rol de los padres en la crianza de los niños”
  • “Reconocer que el empoderamiento de las niñas requiere la participación activa en los procesos de decisión de padres o tutores así como su compromiso y apoyo activo”
Aunque no te lo creas, esto es texto de la ONU, aprobado el pasado viernes por la tarde. ¿No es genial?
Nada de guerras hombres-mujeres, nada de ‘empoderar’ a las niñas de espaldas a sus padres, nada de agenda LGTB.
Por el contrario, lo normal: apoyar a las jóvenes embarazadas, reconocer el papel de la madre en el hogar, reconocer que la familia es elemento esencial para el desarrollo, apoyar a las mujeres embarazadas con dificultades, etc.
Ya sé que te parecerá obvio, pero desgraciadamente, en NNUU era un lenguaje poco común.
¡Por eso ha sido una victoria tan importante!
Estoy muy emocionado, Juan Luis. Si participaste en esta campaña, ¡gracias y enhorabuena!
Un abrazo,
Luis Losada Pescador y todo el equipo de CitizenGO
PD. Estoy emocionado con esta gran victoria, Juan Luis. Si participaste, ¡gracias por haberla hecho posible!
PD2. Si quieres saber más detalles de la vandalización del #BusDeLaLibertad en Nueva York, puedes hacerlo aquí: http://www.actuall.com/familia/radicales-lgtb-atacan-el-bus-de-ho-en-nueva-york-rompiendo-el-parabrisas-con-un-bate-de-beisbol/
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jueves, 16 de marzo de 2017

Verdad y mentira en la política

Wahrheit und Lüge in der Politik


Este libro reúne dos ensayos breves de Hannah Arendt (1906-1975). El primero, titulado “Verdad y política”, está escrito en los años sesenta a raíz de la controversia en torno a Eichmann en Jerusalén, episodio paradigmático en la biografía de la autora. El segundo, “La mentira en política”, vio la luz con motivo de la publicación de los llamados Papeles del Pentágono a principios de los setenta.

Con el trasfondo de estas dos polémicas, la filósofa alemana explica que a veces se torna inevitable la contradicción entre la verdad y el mundo político, y se intenta borrar los límites entre los hechos y las opiniones. Según Arendt, la mentira, convertida en un elemento sumamente destructor, violenta las conciencias y es muy habitual no solo en regímenes totalitarios, 
sino también en el llamado mundo libre de las democracias modernas, en las que se produce una imposición ideológica que falsea la realidad para justificar las decisiones adoptadas.

jueves, 2 de marzo de 2017

¿Y SI CLINT EASTWOOD TUVIERA RAZÓN?

¿Y SI CLINT EASTWOOD TUVIERA RAZÓN?

JAVIER BENEGAS Y JUAN M. BLANCO

En la genial novela de de Philip RothLa mancha humana, la vida del decano universitario Coleman Silk se desmorona tras interesarse por dos estudiantes que han faltado a todas sus clases, “¿Conoce alguien a estos alumnos? ¿Tienen existencia sólida o se han desvanecido como negro humo?” pregunta en el aula. Desgraciadamente para Coleman, uno de los aludidos resulta ser afroamericano y, cuando llega a sus oídos la pregunta, la interpreta como un ataque racista. Aunque no había ánimo ofensivo en sus palabras, puesto que jamás había visto al estudiante, Silk es acusado de racista, cesado como decano y despedido. Sin otra universidad dispuesta a contratarlo, su economía familiar se deteriora rápidamente. Padece el rechazo de la comunidad, el repudio de amigos y conocidos y, en el colmo de la desdicha, su esposa sufre una apoplejía a causa del estrés y fallece.
Numerosos profesores norteamericanos son censurados o expulsados de las universidades porque sus discursos, o siquiera sus apreciaciones, turban a un alumnado cada vez más sobreprotegido e infantilizado
Aunque el decano Silk sea un personaje de ficción, Philip Roth refleja las vivencias de infinidad de profesores norteamericanos censurados o expulsados de las universidades porque sus discursos, o siquiera sus apreciaciones, turbaban a un alumnado cada vez más sobreprotegido e infantilizado. Porque no se ajustaban a lo políticamente correcto.

¿UNIVERSIDADES O JARDINES DE INFANCIA?

Hace poco más de dos años, según realtó Judith Shulevitz, estudiantes de la Universidad de Brown organizaron un debate abierto sobre agresiones sexuales. Inmediatamente, otro grupo de alumnos, temeroso de que los intervinientes pudieran exponer ciertas ideas “negativas”, protestó ante la dirección argumentando que la universidad debía ser un “espacio seguro” donde nada avivara los traumas de las víctimas. Las autoridades académicas no cancelaron el acto, pero pusieron a disposición de los asistentes su propio “espacio seguro”: una sala contigua donde cualquiera pudiera acudir para recuperarse de algún punto de vista turbador, y, si se sentía con fuerzas, regresar al debate. La estancia estaba equipada con cuadernos para colorear, juegos de plastilina, cojines, música relajante, mantas, galletas, chuches, incluso un video en el que aparecían perritos jugando. También contaba con personal cualificado para atender posibles traumas. Cuando el evento finalizó, dos docenas de personas habían pasado por esta sala, una de las cuales explicó: “me sentía bombardeada por unos  puntos de vista que van en contra de mis creencias más íntimas”.
En otra ocasión, un profesor del Columbia College recomendó la visita a una interesante exposición de arte samurai japonés. Inmediatamente, uno de sus estudiantes protestó airadamente, tachando su sugerencia de políticamente incorrecta porque podía herir la sensibilidad de los alumnos chinos. Obviamente, la objeción era absurda; la invasión de China por el ejército imperial japonés había finalizado setenta años atrás. Sin embargo, para el estudiante el tiempo transcurrido era irrelevante. Siguiendo su lógica, el arte alemán ofendería en Francia, el francés en España por la invasión napoleónica, o el español en Flandes.
Larry Summers tuvo la desgraciada ocurrencia de defender teorías donde se mostraba que el coeficiente de inteligencia de los hombres presenta una dispersión, una varianza mayor que el de las mujeres
Otro caso llamativo es el del ex presidente de la Universidad de Harvard, el economista Larry Summers, que tuvo la desgraciada ocurrencia de defender teorías donde mostraba que el coeficiente de inteligencia de los hombres presenta una dispersión, una varianza mayor que el de las mujeres, planteando como hipótesis que este hecho podía influir en la asignación de puestos de trabajo en las escalas más altas y más bajas. Automáticamente fue acusado de machista y, tras una durísima campaña en su contra, Summers se vio obligado a dimitir en 2006.

DEL OSCURANTISMO A LA IGNORANCIA

El calvario de todos estos profesores ilustra la plaga de la corrección política, una moda que invade los campus universitarios del mundo desarrollado, constituyendo una asfixiante censura que, en no pocas ocasiones, provoca dramas absurdos perfectamente evitables. Lo peor, con todo, es que condena a la sociedad al oscurantismo, a la ignorancia. Al fin y al cabo, Summers sólo podría haberse ahorrado el calvario falseando las teorías, adaptándolas a la “realidad” de lo políticamente correcto o, sencillamente, renunciando a su exposición. Por su parte, el profesor de Columbia debería pensárselo dos veces antes de recomendar exposiciones de arte a sus alumnos puesto que todas, de alguna manera, herirán la sensibilidad de alguien. En cuanto a los estudiantes de la Universidad de Brown, para evitar sobresaltos tendrían que renunciar a organizar debates abiertos.
“La universidad no puede ser un ‘espacio seguro’. El que lo busque, que se vaya a casa y abrace a su osito de peluche” Richard Dawkins
El irresistible avance de la corrección política es una señal muy potente que nos advierte de la infantilización de la sociedad occidental, reflejada con pavorosa nitidez en su universidad, de donde precisamente proviene. Tanto despropósito llevó a Richard Dawkins, profesor de biología evolutiva de la Universidad de Cardiff a advertir a sus estudiantes, con indisimulada indignación: “La universidad no puede ser un ‘espacio seguro’. El que lo busque, que se vaya a casa, abrace a su osito de peluche y se ponga el chupete hasta que se encuentre listo para volver. Los estudiantes que se ofenden por escuchar opiniones contraria a las suyas, quizá no estén preparados para venir a la universidad”.
La corrección política es producto de ese pensamiento infantil que cree que el monstruo desaparecerá con solo cerrar los ojos. Pero la maduración personal consiste justo en lo contrario, en descubrir que el mundo no es siempre bello ni bueno, en la toma de conciencia de que el mal existe, en llegar a aceptar y encajar la contrariedad, el sufrimiento. Y, por supuesto, en aprender a rebatir los criterios opuestos. En su esfuerzo por hacer sentir a todos los estudiantes cómodos y seguros, a salvo de cualquier potencial shock, las universidades están sacrificando la credibilidad y el rigor del discurso intelectual, remplazando la lógica por la emoción y la razón por la ignorancia. En definitiva, están impidiendo que sus alumnos maduren.

LA TRAMPA DEL “ESPACIO SEGURO”

Cuando se designa unos espacios universitarios como seguros, implícitamente se está marcando otros como inseguros y, por lo tanto, tarde o temprano habrá que “asegurarlos”, hasta que cualquier opinión desconcertante quede prohibida en todo el campus. Y, si esto es válido para la universidad, ¿por qué no trasladarlo a la sociedad en su conjunto? Así, la represión se extiende como mancha de aceite, prohibiendo palabras, términos, actitudes, estableciendo una siniestra policía del pensamiento.
En la práctica, es la autoridad quien acaba dictaminando lo que es políticamente correcto y lo que no. Y lo hace, naturalmente, a favor del ‘establishment’ y de los grupos de presión mejor organizados
Desde el punto de vista conceptual, la corrección política es incongruente, cae por su propio peso. Dado que no todo el mundo opina igual ni posee la misma sensibilidad, no es posible separar con rigor lo que es ofensivo de lo que no lo es, establecer una frontera objetiva entre lo políticamente correcto y lo incorrecto. Hay personas que no se ofenden nunca; otras, sin embargo, tienen la sensibilidad a flor de piel. La ofensa no está en el emisor sino en el receptor, Así, en la práctica, es la autoridad quien acaba dictaminando lo que es políticamente correcto y lo que no. Y lo hace, naturalmente, a favor del establishment y de los grupos de presión mejor organizados.
La corrección política es una forma de censura, un intento de suprimir cualquier oposición al sistema. Y es además ineficaz para afrontar las cuestiones que pretende resolver: la injusticia, la discriminación, la maldad. No es más que un recurso típico de mentes superficiales que, ante la dificultad de abordar los problemas, la fatiga que implica transformar el mundo, optan por cambiar simplemente las palabras, por sustituir el cambio real por el lingüístico.
“Es un error juvenil confundir los nombres con las cosas. Las palabras son sólo signos convencionales para identificar objetos o hechos: son estos últimos los que cuentan” W. E. B. Du Bois
Lo expresó de forma certera el defensor de los derechos civiles W. E. B. Du Bois en 1928. Tras ser recriminado por un joven exaltado por usar la palabra “negro”, Du Bois respondió: “Es un error juvenil confundir los nombres con las cosas. Las palabras son sólo signos convencionales para identificar objetos o hechos: son estos últimos los que cuentan. Hay personas que nos desprecian por ser negros; pero no van a despreciarnos menos por hacernos llamar ‘hombres de color’ o ‘afroamericanos’. No es el nombre… es el hecho”. En efecto, ni la discriminación, ni el racismo, ni cualquier otro problema, se resuelven por cambiar los nombres. Como mucho, se logra tranquilizar la mala conciencia de algunos.

Y EL RESULTADO ES… DONALD TRUMP

Hay mucha gente en el mundo, demasiada en España, que, al parecer, carece de la madurez emocional o de la capacidad intelectual para escuchar una opinión política que se aparte de sus convicciones sin considerarla un insulto personal. Al poner los sentimientos por encima de los hechos, de las razones, cualquier opinión válida puede ser desactivada tachándola de racista, sexista, discriminatoria. Puede que a estas personas la corrección política les haga sentirse más cómodos, pero a costa de instaurar la cultura del miedo en los demás. Clint Eastwood declaró: “Secretamente, todo el mundo se está hartando de la corrección política, del peloteo. Estamos en una generación de blandengues; todos se la agarran con papel de fumar”. Aun así no era plenamente consciente del peligro que se avecinaba: tarde o temprano el virulento efecto péndulo invierte las magnitudes, la gente acaba hastiada de tanta censura, y como reacción… vota a Donald Trump.
Renunciar al libre discurso, al libre pensamiento, para evitar herir la sensibilidad de algunos es peor que estúpido: es peligroso porque pone en cuestión los principios de la democracia. Debemos ser respetuosos con todo el mundo, por supuesto. Pero también expresar con libertad nuestras ideas y argumentos. Si alguien se molesta, se rasga las vestiduras, es muy probable que esté mostrando su talante inmaduro, su carácter infantil e intolerante. Lo advirtió George Orwell en su novela 1984: “La libertad es el derecho de decir a la gente aquello que no quiere oír”.

miércoles, 1 de marzo de 2017

El duelo de honor De Casanova a Borges

El tema del duelo, como modo de dirimir diferencias, fue un sistema muy común hasta el siglo XIX e incluso parte del XX aunque en algunos casos ya era ya ilegal. La escena de dos hombres armados que se baten para buscar justicia o defender su honra o resolver una cuestión amorosa es la imagen que sirve de material narrativo para esta colección de veintidós relatos preparados por Marta Salís y recogidos en el volumen titulado El duelo de honor. De Casanova a Borges. La selección comprende un arco temporal que va desde 1780 hasta 1976 con la inclusión de escritores tan dispares como Giacomo Casanova, Charles Dickens, Aleksandr S. Pushkin, Alexandre Dumas, Mark Twain, Wilkie Collins, Josep Conrad, Antón P. Chéjov, Mario Vargas Llosa o Jorge Luis Borges, entre otros. Cada uno de ellos describe esta curiosa estampa desde su óptica personal. Hay relatos realistas, humorísticos o irónicos, otros destacan sus aspectos más violentos o acentúan la traición, el despecho o el heroísmo. El amor a una dama, los celos o la infidelidad son temas recurrentes en muchas de estas tramas y el motivo del enfrentamiento, hasta la sangre, que casi inevitablemente, en su inmensa mayoría, concluyen con la muerte de uno de sus litigantes aunque también hay excepciones. Teniendo en cuenta la maestría técnica de los autores presentes en esta obra, el lector encontrará en ella un magnifico exponente del genero corto, salido de la pluma de escritores, algunos ya considerados como clásicos de la literatura universal. Además de disfrutar de una lectura de calidad se puede observar y comparar sus diferencias estilísticas, las distintas perspectivas o enfoques ante un mismo hecho así como la evolución ideológica y valoración del tema a lo largo del tiempo. Una interesante y poliédrica mirada acerca del Duelo de honor.